Educación Afectivo Sexual para Personas con Discapacidad Intelectual: "Amar es Respetar"

Programa de Educación Afectivo Sexual para Personas con Discapacidad Intelectual
Ilustración: 
Las personas al igual que las aves, son distintas en su vuelo, pero iguales en su derecho a volar.

La sexualidad es una parte intrínseca del ser humano. Está presente en todas las personas sea cuál sea su raza o condición, e independientemente de su capacidad intelectual.

Sin embargo, tal consideración sigue estando lejos de la realidad de las personas con discapacidad intelectual y no se acaban de reconocer totalmente sus necesidades afectivo-sexuales. Negar su existencia, no hace que desaparezca, sólo hace que se perciba cómo algo oscuro, como una parte de nosotros/as mismos/as que no debemos mostrar. 

Hoy en día se puede decir que, aunque se están dando grandes pasos, no se acaban de reconocer plenamente las necesidades afectivo-sexuales de las personas con discapacidad intelectual. Si además le sumamos el control y la vigilancia excesiva a la que con frecuencia son sometidas estas personas, nos encontramos con la pérdida de su intimidad, esencial para la sexualidad, condenándolas a la soledad afectiva.

Entendemos que la educación afectiva y sexual es un derecho y una necesidad de todos/as y por supuesto de las personas con discapacidad intelectual, ya que la sexualidad es una parte fundamental de la personalidad, imprescindible para poder conseguir la integración, normalización y una idónea calidad de vida.

La sexualidad abarca mucho más que sexo. Abarca todas esas conductas que nos acercan a otras personas, que nos hacen sentir e interactuar con el mundo que nos rodea. Es lógico, por lo tanto, que aceptemos y cultivemos esta dimensión de la personalidad que conforma una forma de estar en el mundo y de relacionarse con los/as demás. Lo contrario supone incrementar riesgos en sus vidas y en su salud, ya que la ignorancia sexual les hace ser mucho más vulnerables.

Son ya más de 10 los años los que llevamos poniendo en práctica este taller con personas con discapacidad intelectual de diferentes Asociaciones y también con los profesionales y familiares. Las personas participantes han aprendido a dar nombre a los órganos sexuales, trabajando mitos y falsas creencias, a decir NO, hablando de amigos, amigas, novios y novias, enseñando a interactuar con las parejas con respeto, poniendo límites, conociendo dónde se pueden llevar a cabo conductas más íntimas… Con los años su vergüenza, sus risas y señales de asombro se han transformado en interés y conocimientos, hablando con total naturalidad de su propia sexualidad y aprendiendo a respetar la suya y la de los demás.

Objetivos

A quién va dirigido