Cualquiera puede ponerse furioso… eso es fácil. Pero estar furioso con la persona correcta, en la intensidad correcta, en el momento correcto, por el motivo correcto y de la forma correcta… eso no es tan fácil.
Desde Alicce entendemos que las emociones y las competencias sociales deben ser consideradas como uno de los aspectos más importantes a incluir en la programación de las escuelas, con el fin de favorecer el desarrollo integral del alumnado.
En las últimas décadas son numerosos los estudios que han demostrado el gran potencial de las habilidades emocionales y sociales. Para ser socialmente competentes es imprescindible el uso y desarrollo de la Inteligencia Emocional (IE), entendida como la gestión de los sentimientos en uno mismo y el reconocimiento de éstos en los demás. De este modo, se facilita la construcción de la propia identidad y se promueve un mayor bienestar individual y grupal.
Todas las personas podemos aprender a relacionarnos adecuadamente con los demás, por lo tanto, la competencia social se aprende y puede enseñarse, modificarse y ponerse en práctica en diferentes ambientes, siendo los centros educativos uno de los lugares más idóneos para la adquisición de esta competencia.
El gran valor de este taller es el de prevención, ya que lo que se busca es el aprendizaje de nuevas conductas con el objetivo de mejorar la convivencia en el centro y crear un clima más idóneo para el proceso de aprendizaje.
BENEFICIOS de aplicar la competencia emocional y social en el aula:
Formación para el alumnado
Formación para el profesorado
Formación de Familias
Desde aquí podréis descargar nuestro catálogo de actividades para este curso escolar 2019-2020, en él encontraréis una breve descripción de cada uno de nuestros programas. Para una información más específica no dudéis en contactar con nosotras.